Hoy puedo decir - con certeza - : no hay mañana
por eso me escalé a mí mismo, sí,
pues la luna tiene una hemorragia
y cae entre los sauces - sangre plateada -
La plata se desplaza delicadamente
en tanto huyen todos, pero los sauces danzan
y lo hacen por ser iguales
a este caos inmenso.
El bosque baila falto de tronco, y allí,
allí mejor no decir, el bosque danza,
danza como loco, como ciego enfermo,
como una vaca en una inmensa tormenta
o el viento en una grave flauta.
La luna pierde volumen, ya casi la puedo tocar,
tan frágil y triste está desinflada, anoréxica.
Y cae
lentamente, ya casi un pequeño limón.
Oh tu cara busca aclarar
el suicidio. Tus labios decir por qué...
No hay mañana, mañana es nada,
me escalo a mí mismo - pero ahora -
hacia abajo.
No hay mañana, porque así
lo ha querido la luna, porque así
lo ha querido el tiempo, porque así
lo ha querido el descanso...